lunes, 7 de julio de 2008

XIX



tená razón,
miriam,
cuando te dije:
nada existe.

ésta es la única realidad:
una mañana aquí,
la siguiente a mil kilómetros...

encontrar el hogar
en una búsqueda constante,
en uno y ningún sitio,
en todos los lugares cambiantes.

lo único que existe
es el hecho
de no tener suelo que pisar,
de ser espectros
sin patria ni fortuna.

fantasmas, en fin,
sólo fantasmas:
seres sin textura de piel
que se esfuman rápido como un suspiro.

pero tampoco basta

decir: esto no es un árbol,
es el mástil de un barco con raíces,
decir: esto no es un pez,
es un suspiro con escamas y colores.

si nada existe,
quiero darte nada en cada murmullo,
darte un suspiro sin textura,

y llevarte a navegar un sueño
en un barco de papel...

domingo, 6 de julio de 2008

VI





tren
En algún momento de nuestro viaje,
olvidamos a la noche.

La dejamos hundirse lenta en su vacío
rebajándola a un simple juego de penumbras,
y así como en el viaje olvidamos a la noche,
en el juego nos olvidamos a nosotros.

trrr-tchuk-tchuk-tchuk-tchuk-trrr

Cae la noche
y no la sabemos, la olvidamos.
Nos deslizamos en ella como si no existiera
hacia un destino que aquí y ahora
es una incógnita latente
en el tanteo de un ciego que camina.

No sabemos dónde vamos,
y estamos condenados
al síndrome del irredimido:
llegar al destino, y decir:
¡No! Esto no es lo que buescaba.
¡No es el lugar a donde tenía que llegar!

¡No! Somos eternos peregrinos sin tierra,
animales que se arrastran debajo de la noche,
y no sabemos el destino y no sabemos a la noche.

Trrr-tchuk-tchuk-tchuk-trrr

Madrid-Lisboa-Ciudad de México

¿En algún momento del viaje estaré YO?
Quiero decir, no mi cuerpo,
mis manos cubiertas de venas
y mis ojos que se irritan al parpadear,
quiero decir, YO,
el espíritu YO, el aire YO,
el YO detrás del cuerpo que busca y viaja...

¿Dónde florece la semilla
de un viaje sin rumbo?
¿El ansia de una tierra
que nunca aparece,
que no nos pertenece?

Al final del viaje,
quedan pocas cosas:

el destino que nunca llegó,
el traqueteo de un viejo tren,
y la noche que cae.

trrr-tchuk-tchuk-tchuk-trrr

IV





nacht und lune
varias

elípticas caderas

florecen como el contorno
de un viento que aúlla

quizás por miedo
o por costumbre
dejo de creer en el amanecer

y el alma sólo reposa

si no existe

o existe poco

o existe mucho, pero sólo esta noche
que no amanece

...el suenyo del onironauta...

...el tiempo recuperado...

el aullido del insomne como el viento,
la espuma en la boca
de un enamorado rabioso

soy de noche

y quiero ser

como si mirar fuera una red

y yo pescador del cielo

(tú serías un pez dorado
perdido entre corales pálidos
y perlas palpitantes)