lunes, 28 de diciembre de 2009

Año Nuevo

3. Nunca dudes
 
nunca dudes
del tránsito de las sombras
mientras la mañana baila,
de las redes de cabellos
de las voces de asfixia
de la tibieza de la luna
y el temblor del aliento
que escurre de tu cuello
como savia húmeda
y moja gota tras gota tus pies.

nunca dudes
del día después de la lluvia
de la tierra mojada
de brotes verdes y sonrisas de agua
que germinan debajo de la piel.
de las manos sin descanso
que amasan la tierra
con la forma de tus muslos.
nunca olvides
los silencios de la música
navegando cuerpos oscuros
reinventando horizontes
y armónicas vulvas.

que hay una semilla,
una espora durmiente en tu ombligo
una rebanada de oniria en gestación.
una luz que se acurruca entre tus manos
y se arrastra por tu espalda
y viola tu cuerpo cuando se hace de noche.
un suspiro rocío que moja tus hombros,
una boca que besa tus ojos,
una lengua promesa
que extraña el vigor de tus caderas
y un gemido que busca morderte.

que quiero morirme junto a ti.
y voy a decir tu nombre
hasta que se agote,
hasta que mis párpados se cierren.

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