Va para ti, Anita...:
Yo no soy como los otros niños porque tengo dos papás. Tengo un papá que se llama H. y otro que se llama B. Papá H. ha sido mi papá desde siempre y papá B. empezó a ser mi papá después, aunque yo no me acuerdo cuándo. Los niños de la escuela me dicen que está mal tener dos papás porque todo mundo tiene un papá y una mamá, un hombre y una mujer y no dos hombres.
Además para tener un bebé tiene que haber uno y uno porque me dijeron que el papá tiene que poner una semillita en la mamá. Pero yo tengo dos papás y me gusta tener dos porque a los dos los quiero mucho. Y nunca he tenido mamás, aunque sí me gustaría para ser como los demás niños y que ya no me puedan decir que soy raro por que tengo dos papás y ninguna mamá. Papá B. dice que no tengo que dejarme molestar por los otros niños porque no tienen razón. Dice que está bien que sean dos papás si los dos papás se quieren y quieren hacer una familia. Pero yo no estoy muy seguro porque soy el único de mi salón.
Papá B. también dice que algunas mamás no son buenas y que es mejor estar entre niños que con niñas, y por eso me metieron en una escuela de puros niños. Antes no me dejaban jugar con las niñas pero un día Rita vino a vivir a la casa de enfrente y salimos a jugar, y primero papá B. me dijo que no jugara con ella, y luego papá H. me dijo que sí podía, y le dijo a papá B.: “tú no eres su papá”, y los dos empezaron a pelearse y se gritaron, y papá H. se fue un ratote pero luego regresó y me dejaron jugar con las niñas.
Mis dos papás salen a trabajar todos los días y los sábados y domingos no trabajan. En las noches llega papá H. y está conmigo un ratito, y luego me dice que me vaya a dormir. Papá B. llega cuando yo ya me dormí, pero me despierta en la mañana para ir a la escuela, y cuando me tardo en estar listo se enoja. Pero casi nunca se enoja. Sólo cuando me porto mal y cuando jugué con Rita y cuando hago que me espere.
Papá H. es el que no se enoja y cuando me porto mal se ríe y no le dice a papá B. para que no se enoje. Y aunque llega cansado del trabajo se queda a jugar conmigo. Sólo se enojó una vez porque me pusieron un reporte en la escuela porque le puse pritt en el pelo a un niño que me molestó por tener dos papás.
Ah, y hace poquito también estaba enojado porque un día vino una señora que yo no sé quién era, pero que estuvo en la puerta de la casa gritando mucho, y también llorando mucho, y papá H. le decía que se fuera, y papá B. los veía de lejitos y decía groserías, y papá H. también dijo groserías, y luego la señora me vio y trató de meterse a la casa, y me asusté porque pensé que me quería robar. Pero papá B. la sacó de la casa y después me dijo que no me iba a robar, y papá H. también me dijo que no me iba a robar, y se rió poquito pero luego estuvo enojado mucho tiempo y fue raro porque papá H. es el que no se enoja de los dos.
domingo, 27 de enero de 2008
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1 comentario:
Dieguinheeee, gracias por recuperarme este cuento tan favorito. Me gusta la idea, pero todavía más la aparente soltura con que está escrito, la construcción y la vocecita muy natural, que casi oigo en mi oreja, del narrador.
Qué buen cuento! :)
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